Los
materiales que empleamos en arquitectura no son solamente hormigón, madera y
vidrio; la luz es un elemento esencial y constitutivo de la arquitectura, y en
este caso también la sombra.
“La
arquitectura es luz y sombra, pero me gusta separar ambos fenómenos y pensar en
la luz de un modo positivo, como una substancia que se conduce y canaliza: como
una substancia que en definitiva, llega a experimentarse igual que cualquier
otro material constructivo.”
Juan Navarro Baldeweg
Con
elegancia y sutileza la luz se filtra a través del laberinto geométrico de la
celosía proyectando sobre el suelo una sombra que da vida al espacio, lo cualifica, lo
ocupa y lo habita de forma intermitente. Es una escenografía efímera.
Los
juegos de luces y sombras pueden generar infinidad de posibilidades en un
diseño, añadiéndole un valor decorativo o ambiental, no sólo funcional, cuya
percepción será además cambiante continuamente.
“La
arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de las sombras bajo la luz”
Le Corbusier
Del
mismo modo en que debemos dominar la utilización de cualquier material de
construcción para el diseño, debemos dominar la utilización de la luz y la
sombra.
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